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Igual que el león, rey de la selva, rige a los demás animales; Leo, te rige a tí y a todo el mundo. Ya sé que no es así, pero que no se entere, herirás su orgullo y te aseguro que Leo sí es el rey del orgullo.

A Leo le enferma la oscuridad tanto como el aburrimiento. No hay Leos tímidos o introvertidos, aunque existen Leos que se hacen los tímidos. Jamás verás a un Leo que no sepa defender lo suyo. Ni bajar su orgullosa cabeza. Notarás siempre un dote de mando y un porte majestuoso. Pero es raro que veas a Leo correr o hablar muy deprisa, a no ser que tenga el ascendente o la luna en Aries o Géminis.

No pasará inadvertido dentro de un grupo, conseguirá ser el centro de atención sea como sea.

Es fácil contentarle, simplemente halágalo. La adulación para él es un estimulante, pero no soporta la falta de respeto.

Por lo general, lo que dice es lo que siente. Puede que sea insufrible o adorable, pero nunca pasará inadvertido. No encontrarás mejor anfitrión en todo el zodíaco. Leo sabe como tratar a sus invitados mejor que nadie.

En el tema amoroso, siempre encontrarás a los Leos enamorados, pocos son los Leos solteros, y si encuentras alguno, seguro que está enamorado, o saliendo de un episodio romántico, por lo que estará triste y perdido. Siempre y cuando el final de esa relación no hubiese afectado su orgullo, porque en ese caso le encontrarás feroz, nada de tristeza. Son apasionados, no sólo en las relaciones sexuales, sino por la vida en general.

Jamás se apoyan en los demás, sino todo lo contrario, prefieren cargar ellos con todo.
No se preocupan demasiado del dinero. Siempre tienen la certeza que encontrarán la forma de llenar los bolsillos. Hasta a los más ahorrativos que te puedas encontrar, les gustará ir bien presentados siempre.

Es capaz de darle dinero a casi todo el mundo.

Tienen una gran autoestima, es capaz de estimularse sólo y no le gusta pedir consejo.
Es difícil apartarle del camino que ha elegido aunque él si puede conseguirlo de los demás con su gran oratoria. Le gusta el lujo. Él es el Rey, no lo olvides. No verás nunca exteriorizar una debilidad. Es el amigo leal, creativo y original, vital y fuerte, orgulloso y alegre.